9 de diciembre de 2011

LO ÚNICO QUE ES NUESTRO

Luego de analizar en clase el documental "500 naciones" se nos formuló la pregunta ¿Qué es lo nuestro?, basándome en el material mencionado anteriormente, creo que lo único nuestro es ese espíritu de lucha y perseverancia para defender nuestros ideales. Por esa razón, en este articulo trataré una de los hechos históricos que lo demuestra: La Insurrección de 1932.

La crisis de 1929 fue una de las situaciones más drásticas por las cuales ha pasado la economía mundial incluyendo a El Salvador, siendo ésta la crisis  responsable del decaimiento del precio del café, que en aquella época era considerado el grano de oro, medio de subsistencia del país.

Asimismo, el pueblo salvadoreño estaba bajo el poder de uno de los presidentes más déspotas del país, el General Maximiliano Hernández Martínez, quien con  su forma de gobernar hizo padecer al pueblo un enorme sufrimiento y la angustia de vivir bajo un régimen militarista, cruel, violento y sin ninguna esperanza de salir adelante en cuestiones educativas y culturales.

El régimen militarista de Hernández Martínez, fue repudiado por  países Latinoamericanos  que observaban el sufrimiento de El Salvador, aunque dentro de los reprimidos por Hernández  Martínez se encontraban seres que defendían los derechos de sus hermanos salvadoreños, por mencionar algunos personajes emblemáticos tenemos a: José Feliciano Ama, Anastasio Aquino, Agustín Farabundo Martí, Mario Zapata y Alfonso Luna; estos últimos fueron protagonistas claves en el levantamiento que se originó en 1932 en la ciudad de Izalco.

El 22 de enero de 1932 la noche fue testigo de aquel alzamiento ante la injusticia y el poder al que estaba reprimido un pueblo que deseaba ser libre y próspero. Las regiones del occidente fueron el escenario de este alzamiento, campesinos luchando en contra de la opresión que habían venido soportando desde gobiernos pasados, defendiendo sus derechos a la educación equitativa del pueblo campesino ante el burgués; siguiendo sus metas esa noche tomaron sus armas (herramientas de subsistencia) de diferentes índoles y atacaron bases militares y obtuvieron éxito en muchos puestos militares.

Los que dirigieron aquel levantamiento, los personajes más mencionados en libros y escritos, son: Ama, Martí, Zapata, Luna, estudiantes universitarios y campesinos  que se oponían ante la represión que estaba sufriendo su pueblo.

Sin embargo, Hernández Martínez no se quedó cruzado de brazos, reunió a sus escuadrones y dio inicio una batalla campal en la cual se luchaba por sobrevivir, en la cual las fuerzas militares tuvieron ventajas por el armamento que utilizaron para el contragolpe; pero aún así les tomó días a los militares obtener el control total del territorio atacado.

Murieron centenares de personas en aquel levantamiento sangriento, aproximadamente 40 mil personas fueron asesinadas de  la forma más feroz y sin escrúpulos. Campesinos, Obreros, Artesanos, Estudiantes y Profesionales se levantaron en armas para exigir el bienestar de su pueblo a través de elecciones limpias sin fraudes y sin opresiones.

En el contragolpe atacaron las unidades del Ejército, la Guardia Nacional, la Policía, y voluntarios  organizados en “Guardias Cívicas”. Después que las unidades del gobierno tomarán el control establecido, surgió una opresión más violenta en contra del pueblo salvadoreño, Martínez se enfureció al grado de volverse más déspota al proponerse aniquilar a todo individuo que estuviera en contra de su pensamiento ideológico y dogmático.

Si alguien no estaba de acuerdo con “El Brujo de las Aguas Azules”, era llamado comunista; fue así como el pueblo se vio sumergido en un régimen militar absoluto, guiado por el presidente más tirano, dictador, opresor, autócrata, violento y dominador de todos los tiempos.

Después de lograr el control, los militares capturaron a Feliciano Ama, siendo ejecutado el 28 de enero de ese mismo año, presuntamente su muerte fue tan feroz para que ninguna persona deseara morir de esa forma y para no ser olvidada la barbarie con la que se silenció una de las voces del pueblo reprimido.

Al pueblo le hicieron creer que Ama murió ahorcado, pero la verdad murió fusilado y colgado de un árbol sirviendo de ejemplo para todo aquel que pensará levantarse en contra de Hernández Martínez. Después de la captura de Ama, capturan a Martí,  Zapata  y Luna; quienes fueron llevados al consejo de guerra y condenados a muerte, fueron fusilados el 1 de febrero. Sin embargo; sus ideales no fueron capturados, ni murieron, una huella sangrienta en los salvadoreños los hace resurgir.

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