9 de diciembre de 2011

JESÚS Y BUDA


Siddhartha Gautama (Buda es un título que significa "el iluminado"), desarrolló un sistema religioso completamente diferente del judaísmo y del cristianismo. El budismo empezó como una reforma interna del hinduismo, el que se convirtió en un sistema especulativo y supersticioso. Gautama rechazó los rituales y el ocultismo, en su afán por corregirlo, desarrollando una religión esencialmente atea (aunque las formas tardías del budismo regresaron a los dioses hindúes). Sus creencias básicas se resumen en las <<Cuatro verdades nobles>>:

1. La vida es sufrimiento.
2. El sufrimiento es causado por los deseos de placer y prosperidad.
3. El sufrimiento puede superarse si se eliminan los deseos.
4. El deseo puede eliminarse por la <<Senda óctuple>>. Esta consiste en un sistema que consta tanto de educación religiosa como de preceptos morales del budismo.

Esta senda abarca el recto saber (las "Cuatro verdades nobles"), las intenciones rectas, el hablar recto, la conducta recta (no matar, no beber alcohol, no robar, no mentir, no cometer adulterio), la ocupación recta (ninguna que cause sufrimiento), el esfuerzo recto, el recto cuidado atento (negar el yo finito), y la recta meditación (Raja Yoga). La meta de todos los budistas no es el cielo o estar con Dios porque en la enseñanza de Gautama Él no existe. Ellos buscan el nirvana, que es la eliminación de todo sufrimiento, deseo y de la ilusión existente en el yo. Aunque ahora hay un sector más liberal que ha deificado a Gautama, y lo ve como un salvador (llamado budismo mahayana), hay otro, el budismo theravada, más apegado a las enseñanzas de Gautama, que sostiene que él nunca reclamó divinidad para sí. En cuanto a ser salvador, se dice que las últimas palabras de Buda fueron: <<Los budas solo señalan el camino; trabajen con diligencia por vuestra salvación>>.

Como variante del hinduismo, el budismo está sometido a todas las críticas mencionadas antes; la enseñanza de Jesús también se muestra superior a esta forma.

Jesús enseña esperanza en la vida

Mientras el budismo considera que la vida es solo sufrimiento y que la identidad es algo que debe erradicarse, Jesús enseñó que la vida es un don de Dios para disfrutarse (Juan 10:10), y que el individuo debe ser supremamente honrado (Mateo 5:22). Más aún, Él prometió esperanza en la vida venidera (Juan 14:6). Ciertamente esto es mejor que la eliminación del deseo y del yo que enseñó Gautama.

Jesús enseña una forma de salvación mejor


El budista también enseña la reencarnación como medio de salvación. Sin embargo, la individualidad del alma o el yo es erradicado al final de cada vida en esta variedad de hinduismo. Por eso, aunque uno siga viviendo, no tiene esperanza, como individuo, de alcanzar el nirvana. Jesús prometió esperanza individual para cada hombre como ser individual (Juan 14:3), y dijo al ladrón que estaba en la cruz, a su lado: <<Hoy estarás conmigo en el paraíso>> (Lucas 23:43).

Jesús enseña su propia deidad

La última palabra del tema la pronuncia una tumba vacía que prueba las proclamas emitidas por Jesús de que es Dios encarnado. Gautama no declaró algo como eso ni ofreció pruebas de que así fuera el caso; sencillamente apuntó el camino para que otros lo siguieran al nirvana.

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