9 de diciembre de 2011

JESÚS Y LOS ROMANOS

Uno de los malentendidos más comunes acerca de Jesús es que no se lo menciona en ninguna fuente antigua fuera de la Biblia. Al contrario, existen numerosas referencias a Él como figura histórica que murió a manos de Poncio Pilato. Algunas hasta comentan que se informó que había resucitado de los muertos y que era adorado como Dios por todos los que lo seguían. Gary Habermas discute todo esto en su libro Ancient Evidences for the Life of Jesus [Evidencias antiguas acerca de la vida de Jesús] (Thomas Nelson, Nashville, 1984). He aquí algunas de esas referencias:

TÁCITO

Historiador romano que vivió después de Cristo, del 55 al 120. Tácito hace, por lo menos tres referencias a Cristo. En la primera, explica como Nerón culpó a los cristianos por el incendio que destruyó gran parte de Roma.

<<Por consecuencia, para librarse del informe, Nerón le endilgó la culpa a una clase odiada por sus abominaciones, que el populacho llamaba cristianos, infligiéndoles las torturas más crueles. Cristo, de donde venía el nombre, sufrió la pena extrema durante el reino de Tiberio a manos de uno de nuestros procuradores, Poncio Pilato. Y una muy maligna superstición, controlada por el momento, volvió a surgir no solo en Judea, la primera fuente del mal, sino hasta en Roma, donde encuentran su centro y popularidad todas las cosas aborrecibles y vergonzosas de todas partes del mundo. Concordando con esto, se arrestó primero a todos los que se declararon culpables; luego, basándose en lo que informaron, se condenó a una inmensa multitud, no tanto por el crimen de incendiar la ciudad como por el odio contra la humanidad. A sus muertes se les añadió escarnio de todo tipo. Cubiertos con pieles de bestias, fueron condenados a las llamas para que ardieran, a fin de servir como iluminación nocturna, cuando aún expiraba la luz del día>>.

Observa que se mencionan los detalles básicos de la muerte de Cristo. La <<maligna superstición>> a que se refiere fue, probablemente, que Jesús iba a ser levantado de los muertos.

LUCIANO: UNA MENCIÓN SATÍRICA

Una interesante mención histórica de Cristo proviene de un escritor satírico de Roma llamado Luciano, cuyas palabras resuenan con el sarcasmo de nuestros populares animadores de televisión:

<<Los cristianos, sabes, adoran hasta ahora a un hombre: el distinguido personaje que introdujo sus novedosos ritos, y que fue crucificado por eso... Ves, estas desorientadas criaturas empiezan por el convencimiento general que son inmortales, lo que explica el desprecio por la muerte y su voluntaria consagración, tan comunes entre ellos. Además, su legislador original les imprimió la noción de que todos son hermanos desde el momento en que se convierten -y niegan a los dioses de Grecia-, y adoran al sabio crucificado - viviendo según las leyes de este. Todo eso lo toman con mucha fe, resultado de ello que desdeñan todos los bienes del mundo por igual, considerándolos como propiedad común>>. (<<The Death of Peregrine>> [La muerte del peregrino], en The Works of Lucian of Samasota [Obras de Luciano de Samasota], traducidas al inglés por H.W. Fowler, cuatro tomos (Clarendon Press, Oxford, 1949).

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